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Los dípteros constituyen uno de los órdenes de insectos más diversos y con mayor importancia para los seres humanos, pues muchas especies representan plagas importantes, mientras otras son vectores de una gran variedad de enfermedades en los trópicos. Es por ello que el estudio de la reproducción de las moscas constituye un tema de gran relevancia en distintas áreas de la biología y la salud pública.
Dentro de los dípteros, la gran mayoría de especies conocidas como moscas se agrupan en la familia Muscidae. Dicho taxón cuenta con alrededor de 5000 especies distribuidas en 200 géneros, algunos de los cuales son de interés médico y veterinario. Las especies que se encuentran más relacionadas comparten similitudes en sus ciclos de vida, hábitos y ecología. La mayoría de las moscas tienen una vida corta y se desarrollan en lugares con materia orgánica en descomposición y materia fecal. Muchas especies tienen hábitos diurnos.
¿La reproducción de las moscas es sexual o asexual?
Debido a la rapidez con la que se multiplican los dípteros, es común que algunas personas lleguen a pensar que la reproducción de las moscas es asexual y que estas no necesitan aparearse para dejar descendencia. Sin embargo, estos animales se reproducen de manera sexual y, de hecho, muchas especies como la mosca doméstica (Musca domestica), exhiben monogamia, por lo que los individuos se reproducen con una única pareja.
Además de esto, las moscas (Muscidae) presentan un desarrollo holometábolo, lo que significa que atraviesas todas las etapas o formas de vida de los insectos, de manera que para llegar a adultos pasan por el proceso de metamorfosis. Todo el proceso de desarrollo desde el huevo, larva, pupa y adulto, ocurre de manera acelerada, en comparación con el desarrollo de otros animales. En general, las moscas cumplen su ciclo de vida en un periodo de dos (2) a tres (3) semanas, en las cuales eclosionan del huevo, pasan por los estadíos larvales, llegan a adultas y se reproducen. En la mayoría de los casos, las hembras depositan huevos en distintos sustratos, según la especie. No obstante, existen moscas que conservan los huevos en el oviducto, los cuales eclosionan antes de ser depositados por su madre, por lo que son consideradas ovovivíparas.
Ciclo de vida de las moscas
La reproducción de las moscas marca el principio de su ciclo de vida. En la mayoría de especies, los machos cortejan a las hembras mediante distintos rituales, desde vuelos y bailes, hasta ofrecer una recompensa para que la hembra se alimente mientras ocurre el apareamiento. Luego del apareamiento, las hembras son capaces de producir casi 200 huevos. En algunas especies, los individuos pueden producir numerosas puestas en varios días. En general, las hembras escogen una superficie adecuada para la supervivencia de los huevos y desarrollo de las larvas. Muchas especies oviponen en materia orgánica en descomposición o materia fecal de animales.
Luego de que los embriones se han desarrollado completamente, las larvas eclosionan y comienzan a alimentarse del medio donde ha nacido. Las larvas de las moscas son mejor conocidas como gusanos y suelen pasar por varios instares o etapas larvales. Durante su desarrollo, los gusanos o larvas mudan el exoesqueleto quitinoso, hasta finalmente producir una cubierta protectora, dentro de la cual terminan su proceso de metamorfosis para emerger como adultos. En especies como la mosca doméstica, el proceso entre la eclosión y la emergencia del adulto dura entre seis (6) y 11 días. A los adultos recién emergidos solo les toma un par de días para madurar sexualmente y poder reproducirse.
La temperatura afecta la reproducción de las moscas
La frecuencia de reproducción de las moscas se ve afectada por factores ambientales como la temperatura. Esto se ha evidenciado en una gran cantidad de moscas como las del género Glossina. Aspectos como la duración del periodo de pupa, así como la ovulación de las hembras y el peso de las larvas, se ven afectados de manera negativa a temperaturas bajas o muy altas.
En la mayoría de las especies estudiadas, la temperatura óptima de reproducción ronda los 23 °C, ya que a esta temperatura logran producir un mayor número de descendencia, además de que los individuos en estado larval y de pupa, logran desarrollarse más rápido.
¿Cómo se reproducen las moscas en una casa?
La reproducción de las moscas es un aspecto muy conocido en especies que representan importancia para los seres humanos, como las moscas que invaden las casas y se vuelven una plaga peligrosa, al ser vectores de una amplia variedad de parásitos.
La reproducción de las moscas en las casas y urbanismos ocurre de manera exitosa debido a la cantidad de desechos orgánicos producidos en estos lugares. Estos insectos suelen reproducirse en el bote de basura o lugar de compost, donde depositan los huevos. En muchos casos, las larvas eclosionan y se ocultan entre la materia orgánica o las heces de las que se alimentan. Una vez están listas para convertirse en pupas o “pupar” se desplazan hacia un lugar seco y oscuro, donde terminarán de convertirse en adultos.
¿Dónde ponen los huevos las moscas?
Luego de la reproducción de las moscas, estos insectos pueden poner sus huevos en una diversidad de materia orgánica en descomposición, que suele ser de origen vegetal o fecal. Sin embargo, existen especies que se desarrollan en animales muertos con avanzado grado de descomposición. En cualquiera de estos casos, los huevos y larvas requieren de un sustrato con suficiente humedad, ya que los gusanos no suelen sobrevivir a la desecación.
Miasis
La reproducción de las moscas de una gran cantidad de especies ocasiona miasis, que se refiere a la infestación de huevos y larvas de dípteros en tejidos de animales y personas. Dentro de la familia Muscidae, se han detectado al menos siete (7) géneros causantes de miasis. Entre ellos se encuentran los géneros Hydrotaea y Neomyia, cuyos adultos se caracterizan por presentar una coloración metálica.
La miasis causada por las moscas puede ser ocasionada en distintos tejidos y órganos, como en el conducto gastrointestinal. Este último suele ser causado cuando el animal o persona, consume algún alimento en el que una mosca ha depositado previamente sus huevos. El género de moscas Muscina cuenta con varias especies implicadas en la miasis gastrointestinal, al igual que la familia Anthomyiidae. La miasis gastrointestinal suele ser ocasionada de manera accidental, puesto que la mayoría de estas larvas se alimentan del tejido vegetal o materia orgánica en descomposición. Sin embargo, los animales pueden ingerir dichos compuestos y las larvas terminan eclosionando en su sistema digestivo. Estos casos son comunes en animales de establos como caballos y ovejas.
Además, algunas especies ocasionan miasis cutánea, en la cual, luego de la reproducción de las moscas, las hembras depositan los huevos en el tejido cutáneo, generalmente de mamíferos. La miasis cutánea puede ocurrir en una herida ya existente, en la cual la mosca se posa para oviponer, o en forúnculos ocasionados por el insecto, ya que algunas especies cuentan con un ovipositor modificado para atravesar la piel y depositar los huevos.
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Referencias
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