Reproducción de las abejas, ciclo biológico y aparatos reproductores

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En este tema realizamos un estudio de la reproducción de las abejas, ciclo biológico y anatomía de sus aparatos reproductores.

Los antófilos o abejas son un conjunto de insectos del orden Hymenoptera, comprenden alrededor de 20.000 especies divididas en 7 familias, viven en colonias que se establecen en forma de enjambres, los cuales poseen una estricta jerarquía social, existen especies con conductas solitarias, tienen presencia en todos los continentes del mundo excepto en la Antártida.

El cuerpo de las abejas presenta tres partes claramente diferenciadas: cabeza, tórax y abdomen, no poseen esqueleto interno, sino un exoesqueleto que protege los órganos a modo de armadura; son polinizadores por excelencia y tienen una función esencial para el equilibrio de la naturaleza, contribuyendo activamente a la supervivencia de muchas especies de plantas que se reproducen gracias al transporte de polen que llevan a cabo estos insectos al alimentarse del néctar de las flores.

En qué consiste la reproducción de las abejas

La reproducción de las abejas consta de facetas tanto sexuales como asexuales, esto va a depender específicamente del tipo de abeja que la colmena requiera, la única hembra fecunda es la abeja reina; para dar lugar a ésta y a las obreras, la reproducción es de tipo sexual, mientras que para el nacimiento de los zánganos o machos, la abeja reina coloca huevos no fecundados los cuales a través del proceso llamado partenogénesis (desarrollo del óvulo sin participación de gameto masculino alguno), da lugar a los mismos.

Ciclo biológico de las abejas

En la reproducción de las abejas es preciso destacar que presentan un ciclo biológico holometábolo, es decir, se cumple a través de una metamorfósis completa, en la cual se suceden cuatro fases: embrión, larva, pupa y finalmente imago o fase adulta.

La abeja reina

Se desarrolla a partir de un huevo fecundado, el cual eclosiona a los 3 días, es alimentada exclusivamente de jalea real, la etapa larval dura 5 días, a continuación durante 8 días transcurre su etapa de pre-pupa y pupa, a los 16 días se forma la nueva reina, en estado adulto su tiempo de vida es de tres años, siendo bastante fecunda especialmente durante sus dos primeros años.

Obreras

Las reproducción de la abejas obreras también nacen a partir de un huevo fecundado, a los 3 días eclosiona, tiene un tiempo de vida larval de 6 días, de los cuales los primeros 4 es alimentada con jalea real, los últimos 2 con una papilla de miel, polen y agua; luego las obreras cierran con cera las celdillas, iniciando la larva su estado de pre-pupa y pupa durante 12 días, a los 21 días culmina la metamorfosis, emergiendo una abeja obrera funcional, con un periodo de vida adulta de 45 a 60 días en temporada de producción, o hasta 180 días en periodo de receso.

Zánganos

La reproducción de las abejas zánganos difiere de las anteriores ya que nacen de un huevo sin fecundar, a través de una vía no sexual: la partenogénesis, donde el gameto femenino u óvulo desarrolla un nuevo embrión funcional, sin participación de gameto masculino alguno. Al 4 día eclosiona el huevo, teniendo el estado larval una duración de 7 días, luego permanece en estado de ninfa durante 14 días, iniciando su periodo de vida en etapa adulta a los 24 días, a los 15 días posteriores, el zángano ya ha alcanzado su madurez sexual, pueden vivir alrededor de 3 meses.

Biología del aparato reproductor del zángano

Para el estudio de la reproducción de las abejas es relevante conocer el aparato reproductor del zángano. Está constituido por 2 testículos donde se originan y maduran los espermatozoides, 2 conductos deferentes, 2 vesículas seminales que sirven para almacenar los espermatozoides procedentes de los testículos hasta el momento de la cópula, 2 glándulas mucosas segregan una sustancia que en el momento de la eyaculación empujan hacia el exterior al semen por el conducto eyaculador o pene dentro de la vagina de la reina.

Cerca del extremo terminal, durante la eversión, se nota las dos cornículas conocidas también como preumophisis, que se introducen en la vagina de la reina, después de la cópula el zángano queda paralizado y cae, produciéndose la ruptura de sus genitales, mientras la reina sigue su vuelo con los genitales del zángano prendido, finalmente el zángano muere.

Biología del aparato reproductor de la abeja reina

Igualmente, en la reproducción de las abejas es importante conocer el tracto reproductivo de la reina, el cual está constituido por un par de ovarios a cada lado de la parte anterior del abdomen, dos oviductos laterales que salen de cada ovario, los cuales se juntan formando un oviducto común que culmina en un saco comprimido anteroposterior: la vagina; es aquí donde se lleva a cabo la unión de los espermatozoides al óvulo una vez que este último se detiene en la válvula vaginal, si el óvulo pasa sin detenerse, no recibirá espermatozoides, quedando sin ser fecundado, originando posteriormente una abeja macho o zángano.

Una vez que el zángano eyacula dentro de la vagina de la reina, los espermatozoides a través de un ducto muscular se trasladan hasta un saco globular o reservorio esférico denominado espermateca, en el mismo permanecen durante el resto de la vida de la reina, éste saco es de aproximadamente 1 mm, en el cual se almacenan de 5 a 7 millones de espermatozoides.

Las reinas empiezan a poner los huevos entre los 2 y 4 días después de su último vuelo de apareamiento, ésta es alimentada con jalea real por el resto de su vida, pueden poner entre 500 a 2500 huevos diarios, dependiendo de varios factores como la época del año, la fortaleza de la colonia, el origen genético de la reina, la afluencia de néctar, llegando a colocar 200.000 huevos al año.

Durante el apareamiento, el pene del zángano se desprende y queda fijado a la vagina, quedando a modo de tapón hasta que otro zángano lo desprende en el aire o las obreras lo hagan en la colmena, cada zángano deposita en promedio 10 millones de espermatozoides, de los cuales sólo el 6,2 % llega a la espermateca, el resto es expulsado al exterior.

El vuelo nupcial en la reproducción de las abejas

Se puede afirmar que el inicio del proceso de reproducción de las abejas está en el vuelo nupcial, el cual es el proceso de fecundación que tiene lugar en pleno vuelo, hacia el cuarto o quinto día de su nacimiento la nueva reina comienza a salir en vuelos cortos de reconocimiento, y entre el sexto y octavo día se dirige a las zonas donde hay abundancia de zánganos, llegando a aparearse con hasta 10 zánganos; dependiendo de las condiciones meteorológicas, cada vuelo dura entre 5 y 30 minutos y los apareamientos solo ocurren en el aire a una distancia de entre 1 a 5 km de la colmena, en días cálidos, soleados y sin viento, aproximadamente entre las 10 y 16 horas.

Si una abeja reina consigue aparearse en un sólo vuelo nupcial con el número adecuado de machos, no repetirá dichos vuelos y comenzará la puesta de los huevos, en caso contrario, la reina volverá a realizar nuevos vuelos. La cópula para el macho que consigue agarrar a la hembra en el vuelo suele durar menos de dos segundos, y el proceso completo de apareamiento entre un zángano y una reina tiene una duración inferior a los 5 segundos, durante su periodo fecundo la reina realiza entre uno y cinco vuelos nupciales y nunca más lo vuelve hacer.

Cometas de zánganos

Dentro del proceso de reproducción de las abejas, ocurre un fenómeno particular en el cual los machos que persiguen a las reinas para copular con ella forman grupos temporales que reciben el nombre de “cometas de zánganos”, o también “cometas de apareamiento”, los mismos están constituidos por una media de 30 individuos, se forman y se disuelven en cuestión de segundos, y hasta el momento, en ningún estudio se ha reportado agresiones entre los zánganos que componen una cometa, los machos que persiguen a una reina van ajustando constantemente su posición relativa en relación a sus vecinos, no se tiene certeza si para evitar los choques o más bien para ocupar y/o defender una posición de privilegio respecto a los demás machos.

La enjambrazón en la reproducción de las abejas

En el mundo de las abejas sociales, una vez fecundada una nueva reina, la antigua reina de una colmena en conjunto con un grupo considerable de obreras -miles de ellas- y zánganos -decenas-, alzan el vuelo para formar una nueva colonia; a esta división de la población de abejas para formar dos o más colonias se le denomina enjambrazón, se produce principalmente en primavera, es la forma en que estos insectos aumentan considerablemente el tamaño de su población, siendo elemento de suma importancia en la renovación y sucesión generacional en las especies.

Por diversas causas como el envejecimiento, enfermedades o accidentes, la reina puede disminuir o cesar su actividad procreadora, en condiciones normales mantiene una puesta abundante en los dos primeros años de su vida, empezando a declinar ostensiblemente al final del segundo año, lo que hace necesaria su renovación, y es cuando las abejas empiezan a preparar celdas reales y fuerzan a la reina a poner huevos en ellas.

Una colmena en plena fiebre de la enjambrazón puede tener incluso dos docenas de celdas reales en desarrollo, con su crecimiento se ponen en marcha las dinámicas que desembocan en la salida de un enjambre, un enjambre primario puede ser muy grande, contando con incluso el 60 o el 70 % de la población originaria, diversos estudios han demostrado que la enjambrazón en una colonia puede tener lugar no una sino varias veces durante su existencia, dando lugar de ésta manera a varias colonias hijas, siendo un aspecto esencial e importante en la perpetuación y expansión de la especie a través del tiempo.

Químicos que afectan la reproducción de las abejas

El desarrollo y utilización de pesticidas y productos químicos para el control de insectos, considerados plagas para cultivos y especies forestales de interés comercial, ha afectado enormemente a las poblaciones de abejas en todo el mundo; entre dichos productos, hay un conjunto que afecta especialmente a la reproducción de las abejas, los neoicotinoides, estos alteran el esperma de las abejas macho resultando en una especie de barrera o anticonceptivo, los machos expuestos a estos insecticidas presentan una menor duración de vida y una reducción del 39 % de la cantidad de esperma, además, el esperma suele tener una menor viabilidad, entre ellos podemos nombrar el tiacloprid, el cual, afortunadamente, fue prohibido por la Unión Europea el presente año, sin embargo, aún existen estos productos que causan serios estragos en las ya diezmadas poblaciones de abejas.

Referencias

– Padilla, F.; Flores, J.; Pérez, A. (Marzo de 2007). El comportamiento de apareamiento en las abejas de la miel. Recuperado el 03 de Octubre de 2020 de http://www.uco.es/dptos/zoologia/Apicultura/trabajos_libros/2007_Apareamiento_El_Colmenar.pdf

– Simbaña, H. (Mayo de 2015). Evaluación de tres métodos de reproducción de abejas reinas de la especie (Apis mellifera) en el cantón Pedro Moncayo 2012. Recuperado el 03 de Octubre de 2020 de https://dspace.ups.edu.ec/bitstream/123456789/9837/1/YT00305.pdf

– Universidad Veracruzana, Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias. (Junio de 2015). Manual de Prácticas de Apicultura I. Recuperado el 03 de octubre de 2020 de https://www.uv.mx/pozarica/cba/files/2017/09/4-Manual-de-practicas-de-apicultura-I.pdf

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