Reproducción de las ballenas, cómo nacen, gestación y parto

Francisco Paez/CC BY-SA 2.0

Las ballenas son un grupo de mamíferos marinos ubicados dentro del orden Cetacea. Estos animales representan uno de los grupos más impresionantes debido a sus adaptaciones a la vida acuática. La reproducción de las ballenas es un tema que causa gran interés en los investigadores y biólogos marinos.

Formalmente, se conocen como ballenas a los integrantes del pavorden Mysticeti, que se caracterizan por presentar, en lugar de dientes, estructuras barbadas. Específicamente, las familias Balaenidae, Cetotheriidae y Eschrichtiidae son las que contienen especies conocidas como ballenas “verdaderas”. Sin embargo, otros misticetos como los rorcuales (familia Balaenopteridae) y algunos integrantes del pavorden Odontoceti, o cetáceos con dientes verdaderos (como los cachalotes y belugas), también son informalmente reconocidos como ballenas. Asimismo, las orcas son comúnmente conocidas como ballenas asesinas.

Las ballenas son los animales más grandes del planeta, y entre ellas se encuentra el animal con mayor tamaño del que se tenga registro: la ballena azul Balaenoptera musculus. Estos mamíferos se han adaptado completamente para la vida marina, de manera que presentan una morfología general parecida a la de un pez. Sus extremidades se desarrollan como aletas y una cola ubicada en el extremo distal del cuerpo, con orientación horizontal. Esto les permite desplazarse verticalmente, hacia la superficie, donde pueden tomar aire para respirar.

En todas las especies de ballenas existe dimorfismo sexual relacionado con el tamaño, pues las hembras suelen ser hasta 5% más grandes que los machos. Además, los individuos machos se diferencian por emitir vocalizaciones más elaboradas, relacionadas con el comportamiento de cortejo en la reproducción de las ballenas. En el siguiente artículo abordamos los aspectos más sorprendentes de la reproducción de las ballenas “verdaderas”.

Migración y reproducción de las ballenas

La migración anual de los cetáceos es un aspecto estrechamente relacionado con la reproducción de las ballenas. Estos animales presentan eventos migratorios cada año, que inician con el invierno en las regiones polares. Durante esta temporada, las ballenas inician un viaje hacia regiones tropicales, con aguas cálidas.

Estos desplazamientos de grandes grupos de cetáceos marcan el inicio de la temporada de reproducción de las ballenas. El principal motivo de la migración hacia aguas con temperaturas más elevadas, se relaciona al hecho de que los ballenatos (crías de ballenas) nacen con un índice bajo de grasa corporal, comparado al de los adultos. Debido a esto, las crías e individuos juveniles son más vulnerables a sufrir complicaciones o incluso la muerte, en las aguas heladas del invierno polar.

Por otro lado, la reproducción de las ballenas en aguas tropicales garantiza la supervivencia de los recién nacidos, al evitar que estos sean cazados por grandes depredadores polares como las orcas. Resulta difícil determinar las regiones donde ocurre la reproducción de las ballenas, aunque existe un patrón general en la mayoría de especies, que indica que estos animales permanecen en latitudes altas durante el verano, mientras que en el invierno, cuando se reproducen, migran a latitudes más bajas.

¿Dónde se reproducen las ballenas?

La región geográfica donde se reproducen estos animales varía de acuerdo a los diversos grupos y especies. El Golfo de California es uno de los lugares más importantes para la reproducción de las ballenas. En esta región se han registrado eventos reproductivos de diversos cetáceos, incluyendo las especies de ballena azul, jorobada, gris, rorcuales y cachalotes.

Una de las especies más estudiadas en esta zona es la ballena jorobada (Megaptera novaeangliae) que provienen desde altas latitudes del océano Pacífico, en Alaska. Estas ballenas se desplazan frecuentemente hasta Baja California Sur, costas mexicanas y Costa Rica.

Algunas especies, como la ballena franca austral (Eubalaena australis), llegan a latitudes aún más bajas. Estos animales han sido registrados en costas argentinas, en la península Valdés, donde arriban entre los meses de junio y septiembre.

Otras especies, como la ballena de Groenlandia (Balaena mysticetus), se reproducen en la zona oeste del Ártico, con la mayor actividad reproductiva entre los meses de marzo y agosto. También se han registrado grupos de ballenas azules en aguas noruegas y adyacentes, llevando a cabo eventos reproductivos.

Comportamiento asociado a la reproducción de las ballenas

En general, las ballenas son animales polígamos, ya que no se ha registrado la monogamia en ninguna especie. En la época de reproducción de las ballenas, los machos se reproducen con varias hembras. Algunas especies, como la ballena jorobada, muestran un comportamiento generalmente solitario. Sin embargo, en la temporada reproductiva, estas ballenas se congregan en grupos de alrededor de 15 individuos.

Al comenzar la temporada de reproducción, estas comienzan a exhibir comportamientos particulares. Por ejemplo, los machos de M. novaeangliae comienzan a realizar demostraciones que van desde inflar la garganta y la boca, además de mantenerse suspendidos en posición horizontal sobre la superficie.

Asimismo, los machos realizan complejas vocalizaciones con una variedad de sonidos que van desde gritos, chirridos, lamentos, llantos y gemidos.

Estas ballenas son las que poseen las vocalizaciones más complejas entre los misticetos, y este aspecto está estrechamente relacionado con el éxito reproductivo. Las vocalizaciones se han registrado en otras especies como en la ballena azul (Balaenoptera musculus), que se considera el animal capaz de emitir el sonido más fuerte.

Cortejo y competencia por hembras

El cortejo en las ballenas puede comenzar desde que los grupos comienzan sus migraciones. De igual manera, la cópula puede ocurrir durante el viaje, por lo cual muchas hembras llegan grávidas al lugar de cría. Por otro lado, entre los machos suele haber comportamientos antagonistas, que van desde toques con las aletas o las cabezas, hasta fuertes embestidas y golpes con las aletas caudales. Es por ello que resulta común que los machos exhiban un mayor número de cicatrices y estas suelen considerarse como una característica que permite diferenciar ambos sexos.

Por otro lado, en especies como la ballena franca austral se han registrado grupos conformados por una sola hembra y varios machos. En estos grupos no se evidencia competencia entre los machos, ya que todos ellos pueden copular con la hembra. En este caso particular, la competencia ocurre en la calidad del esperma, pues solo el macho con el mejor esperma podrá fertilizar a la hembra.

Madurez sexual

Las ballenas son animales con una esperanza de vida prolongada. Muchos registros indican que estos animales pueden vivir entre 60 y alrededor de 100 años. Es difícil determinar con exactitud la edad en que maduran sexualmente, aunque se cree que en la mayoría de las especies ocurre entre los 5 y 10 años. La longitud corporal es una característica frecuentemente utilizada para determinar la madurez en la reproducción de las ballenas.

Se ha registrado por ejemplo, que las ballenas de Groenlandia maduran sexualmente al medir alrededor de 13,5 metros. Por otro lado, los rorcuales comunes maduran a los 18 metros en el caso de las hembras y 15 metros en el caso de los machos. La ballena azul madura sexualmente entre los 20 y 23 metros.

Periodo de gestación

Las hembras suelen gestar una sola cría, por un periodo que varía entre 9 meses a poco más de un año. Las crías nacen midiendo entre tres (3) y ocho (8) metros de longitud, dependiendo de la especie. Las crías son amamantadas hasta los siete (7) u ocho (8) meses en la mayoría de las ballenas. Durante este periodo, las crías duplican su tamaño, aumentando entre 60 y 90 kilogramos de peso diario.

Una vez que las hembras han destetado a sus crías, descansan por alrededor de un año. Es por ello que en especies como la ballena gris, la ballena de aleta, la ballena azul, la ballena de Groenlandia y el rorcual norteño, las hembras presentan un ciclo reproductivo que dura entre dos (2) y cinco (5) años. Sin embargo, unas pocas especies como las ballenas jorobadas y los rorcuales aliblancos (Balaenoptera acutorostrata) tienen ciclos anuales, pues son capaces de entrar en celo inmediatamente después de parir a sus crías.

Resumen o esquema de lo estudiado

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Referencias

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